El objetivo de un buen general no es la lucha, sino la victoria. Ha luchado lo suficiente si alcanza la victoria.
Fernando Álvarez de toledo, Duque de Alba
No fue un partido fácil el del pasado sábado, pero como reza el título de este "post", la victoria sufrida es más victoria. Lo importante es que se sumaron tres puntos, y que con lass derrotas de "GAEC" y "Rest. Sánchez", la parte alta de la tabla está cada vez más apretada, hasta el punto de que 2º y 3º están ya empatados a puntos, y nosotros les pisamos los talones.
La primera parte discurrió en medio de una imporatante caraja por parte caníbal, típica de nosotros tras los parones ligueros; y es que para que la máquina de guerra caníbal funcione, los engranajes precisan de continuidad en su marcha, cual si de una planta de producción alemana del valle del Ruhr se tratase.
El caso es que a pesar de que individualmente, los miembros caníbales ponían la mejor de las intenciones, la maquinaria no lograba ponerse en marcha, y arrancaba a trompicones, con el lubricante frío, de modo inestable e impreciso. Una vez más fue el Jefe, con su talante semisuicida (que le llevó a encajar en la cara uno de los mayores pelotazos de su historia, ya pródiga en acontecimientos semejantes) logró librarnos de un resultado adverso que hubiera sido difícil remontar.
Finalmente, y tras un lamentable saque de banda por parte del que suscribe estas líneas, Matute no tuvo más remedio que cortar el contragolpe rival en falta, lo que supuso un doble penalti, y que nos fuéramos al descanso con un 1-0 en contra.
Tras el descanso y después de hablar y asentar las ideas, la segunda parte fue radicalmente distinta. Los pases comenzaron a ser más precisos, el refuerzo de Avilukix se notó para bien, el Jefe apenas tuvo trabajo y el balón quedó en poder caníbal. Sólo faltaba el gol, y lo cierto es que tardó en llegar. Mediada la segunda parte, y tras varias ocasiones que no acababan de materializarse, Tochick lanzó un buen zapatazo desde lejos que el portero rival rechazó no sin apuros, para que Avilukix rematara su primer gol de la temporada, y el empate en el partido.
Ya en las postrimerías del encuentro, Kanix lograba forzar una falta que se tradujo en la expulsión del rival y en la transformación por parte del propio Kanix, del doble penalti para el definitivo 2-1 a nuestro favor.
En resumen, el equipo supo sufrir, recuperarse de la mala primera parte, y transformar un partido que pintaba mal en una nueva victoria.
Salud.
La primera parte discurrió en medio de una imporatante caraja por parte caníbal, típica de nosotros tras los parones ligueros; y es que para que la máquina de guerra caníbal funcione, los engranajes precisan de continuidad en su marcha, cual si de una planta de producción alemana del valle del Ruhr se tratase.
El caso es que a pesar de que individualmente, los miembros caníbales ponían la mejor de las intenciones, la maquinaria no lograba ponerse en marcha, y arrancaba a trompicones, con el lubricante frío, de modo inestable e impreciso. Una vez más fue el Jefe, con su talante semisuicida (que le llevó a encajar en la cara uno de los mayores pelotazos de su historia, ya pródiga en acontecimientos semejantes) logró librarnos de un resultado adverso que hubiera sido difícil remontar.
Finalmente, y tras un lamentable saque de banda por parte del que suscribe estas líneas, Matute no tuvo más remedio que cortar el contragolpe rival en falta, lo que supuso un doble penalti, y que nos fuéramos al descanso con un 1-0 en contra.
Tras el descanso y después de hablar y asentar las ideas, la segunda parte fue radicalmente distinta. Los pases comenzaron a ser más precisos, el refuerzo de Avilukix se notó para bien, el Jefe apenas tuvo trabajo y el balón quedó en poder caníbal. Sólo faltaba el gol, y lo cierto es que tardó en llegar. Mediada la segunda parte, y tras varias ocasiones que no acababan de materializarse, Tochick lanzó un buen zapatazo desde lejos que el portero rival rechazó no sin apuros, para que Avilukix rematara su primer gol de la temporada, y el empate en el partido.
Ya en las postrimerías del encuentro, Kanix lograba forzar una falta que se tradujo en la expulsión del rival y en la transformación por parte del propio Kanix, del doble penalti para el definitivo 2-1 a nuestro favor.
En resumen, el equipo supo sufrir, recuperarse de la mala primera parte, y transformar un partido que pintaba mal en una nueva victoria.
Salud.
