Por Dolor
El SEIS fue el número cabalístico, premonitorio de lo que ocurrió, al menos en los primeros compases del encuentro. Estos primeros compases fueron los que, a la postre, decidieron el resultado.
Ellos presentaron 6 jugadores para el partido. Nosotros también seis pero con una diferencia de gran importancia, en nuestro equipo SÍ que había portero.
Nuestras seis primeras jugadas se resolvieron con seis goles intercalados por una contra suya que resultó en gol.
Ellos presentaron 6 jugadores para el partido. Nosotros también seis pero con una diferencia de gran importancia, en nuestro equipo SÍ que había portero.
Nuestras seis primeras jugadas se resolvieron con seis goles intercalados por una contra suya que resultó en gol.
En nada de tiempo: 6-1. Se acabó. Seguimos jugando cerraditos, practicando unas contras tremendas que si no acababan perforando la meta rival, era por pura mala suerte o desaciertos propios.
Resultado final: 14-2 contra los que, en su día, nos infligieron una derrota por 5-1. insisto: Ellos dieron el partido por perdido tras el 6-1, no antes.
Dos cosas para finalizar: Me congratulo en felicitar a mi primito que, tras dos faltas feas, mantuvo la calma contra los tres o cuatro niñatos que le insultaban y provocaban por lo bajini. La segunda... habemus cancerbero, pese a que no quiera jugar bajo el arco.
P.D. yo creo que Miguel jugó con el número 6 debajo de la elática prestada por mi primo.
