jueves, 10 de mayo de 2012

Gutta cavat lapidem, non vi sed saepe cadendo

Épica victoria caníbal la del pasado sábado, contra uno de los equipos de la zona alta de la tabla de nuestro grupo, Taberna Barney.

El contrario era un equipo muy joven y de buenas condiciones físicas, no muy buenos técnicamente pero relativamente bien ordenados y sobre todo, muy rápidos y luchones.

Decir que ante la asusencia de "El Jefe", Dani se ofreció a ejercer de cancervero, puesto en el que ya había demostrado buenas maneras en otro encuentro en el que compartió la defensa de la portería con quien suscribe estas lineas.

En la primera parte el equipo caníbal se mantuvo razonablemente bien ordenado en defensa, comandado por el Mariscal Josekix y con los puntales Kikotix y Albertix ejerciendo de punta de lanza del ataque caníbal. Se crearon muchas y buenas ocasiones, aunque sólo Albertix, en magistral contragolpe y estupenda ejecución final puso el 1-0 a favor de nuestro marcador.

Inevitablemente llegaron nuestros minutos flojos, y merced a un tiro duro a media distancia en el que no tapé lo suficientemente cerca al rival, nos encontramos de nuevo con las tablas en el luminoso. Antes de finalizar el primer tiempo, y en buena jugada trenzada por los "taberneros" lograron colocarse por delante en el marcador.

La segunda parte transcurrió de forma similar que la primera mitad, si bien no fueron tantas como en la primera parte nuestras ocasiones, y el acecho del enemigo crecía, al tiempo que el partido empezaba a pintar en bastos, si bien la buena actuación de Daniel bajo los palos evitó males mayores en varias ocasiones....

Fue entonces cuando una falta cometida por Kikotix fue pitada por el árbitro; el contrario estuvo vivo, sacaron rápido con el balón en movimiento y cinco metros por delante del lugar en que se había cometido la infracción; ante nuestra estupefacción el árbitro no paró el juego, dio por bueno el saque del rival, que se plantó solo delante de Daniel para batirle sin problemas. Nos poníamos 1-3 abajo en el marcador y la cosa comenzaba a pintar fea de verdad.

A falta de siete minutos para el final le comentaba yo a Kikotix en el banquillo que teníamos que hacer nada menos que dos goles sólo para empatar, cuando Albertix de nuevo en contragolpe y con magnífica ejecución marcaba nuestro segundo tanto. Ahí cambió el partido, los rivales comenzaron a ponerse nerviosos y a endurecer el partido, incluso con alguna entrada fea de verdad.

Como en esos momentos de nerviosismo valen los que valen, el Mariscal de Campo Josekix, fiel a su cita con el gol, estableció la igualada en el marcador, abriendo de nuevo la esperanza a la comunidad canibal que se temía lo peor a la vista de cómo había transcurrido el encuentro, y habiendo estado 1-3 abajo hasta hacía pocos minutos.

El nerviosismo de los contrarios se acrecentó, ya prácticamente no hubo fútbol sino juego brusco y tensión, y hay que decir que todos los jugadores caníbales se mantuvieron frios y comedidos, a pesar de que hubo varios momentos de cierta locura sobre el campo. Así, en los últimos minutos de partido cayeron la cuarta, quinta y sexta falta cometidas por el rival (además de las que no fueron sancionadas...), de modo que a falta de treinta segundos para el final del encuentro nos encontramos  con un 3-3 en el marcador y un doble penalti a favor...

Fue entonces cuando Daniel, saliendo de su portería, y con absoluto convencimiento dijo "lo tiro yo"... "¿Dónde va este?", nos preguntamos más de uno...

"Fallará el tiro, nos montarán un contraataque, estaremos sin portero bajo palos y perderemos el partido en el últimos segundo..." fueron los pensamientos que pasaron por mi cabeza.

Daniel colocó la pelota en el punto de lanzamiento, dio varios pasos atrás, tomó carrerilla y golpeó el esférico con el empeine; el balón salió proyectado con fuerza, raso y a un lado de la portería, fue tomando ángulo, el portero rival estiró la pierna y...

¡GOOOOOOOOOOOOOOL!, la bola se alojó en la malla, entrando pegada al palo derecho del portero y sin que éste tuviera opción de atajar el disparo.

A falta de treinta segundos, sin apenas tiempo, el partido terminó con una apurada, épica y trabajada victoria que nos permite mantenernos con opciones en la parte alta de la tabla de nuestro grupo.

El mejor gol de la historia del fútbol...

Cómo llegar al polideportivo