viernes, 5 de junio de 2009

lunes, 1 de junio de 2009

Caníbales alcanza la segunda plaza

La victoria pertenece al más perseverante
Napoleón Bonaparte

Sufrimos más de la cuenta el domingo pasado para doblegar a los imberbes chavalines del "Área Dental", pero la férrea disciplina, el saber hacer, la experiencia y el mayor peso específico (y relativo) de los Caníbales acabaron por doblegar el ánimo y presencia del rival.

Desde el principio se demostró una clara superioridad sobre el enemigo, si bien, los embites caníbales se estrellaban una y otra vez en el portero rival, que mantuvo surante todo el partido, y muy especialmente en la primera parte, un excelente nivel, atajando los disparos de Hugo, Dolor, Matute, Tochick y Kabik una y otra vez.

Y así transcurría la primera parte, hasta que, en uno de nuestros legendarios despistes defensivos, tan habituales en nosotros cuando el rival no es demasiado potente, el Jefe se vio fusilado a bocajarro, y el 1-0 en contra subía al marcador. Y así se llegó al descanso, en el que Matute declamó una arenga semjante a la que Enrique V pronunció ante sus tropas en la célebre obra de Shakespeare, elevando el ánimo caníbal, y asegurándonos la victoria y la gloria eterna a los caídos en la batalla.

La segunda parte se mostró mucho más anárquica, casi desde su comienzo. Comenzamos a lanzarnos hacia arriba de manera algo alocada, dejando ciertos espacios en nuestra zaga, aunque el rival, que no poseía demasiada calidad técnica, aunque sí el arrojo propio de la juventud, no fue capaz de inquietar los dominios del Jefe.

En todo caso, pasaban los minutos y no lográbamos perforar la portería rival; hasta que Hugolix logró desembarazarse de varios rivales, en valiente cabalgada, y de fuerte zapatazo cruzado, poner las tablas en el luminoso. En ese momento, tuvimos claro que se ganaría el encuentro, algo que se materializaría pocos minutos después, con el mismo protagonista, y en jugada casi calcada de la del primer gol.

Ya con ventaja en el marcador, y a cinco minutos del final, sólo quedaba aguantar en defensa, para evitar peligros, y buscar el contragolpe. El rival aprovechó los últimos minutos para realizar un empuje alocado en busca del empate, pero sin pegada alguna, y no fue muy difícil para la avezada defensa caníbal ir fustrando cada ataque rival, hasta el final del encuentro.

En fin, una victoria algo escasa, pero que aporta tres nuevos puntos a las arcas caníbales, y que unido a los otros resultados del fin de semana, nos sitúan en segunda posición a solo dos partidos de terminar la temporada, una de las mejores de los últimos años, con el mérito añadido de lograr un excelente resultado a pesar de la ya talludita edad media del equipo.

¡Alé, alé, Canibalé!

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