Mal fueron las cosas en el partido de ayer. Nos enfrentábamos a "Escuela Infantil Jauja", rival que sobre el papel era asequible (lo era en verdad), aunque nuestra probervial capacidad para complicarnos la vida acabó por hacernos perder un partido que creo sinceramente deberíamos haber ganado. Comenzamos con dos goles de desventaja, algo que ya te deja irremisiblemente jodido para el resto del encuentro.
Una defensa desajustada y varias pérdidas tontas de balón nos colocaron en esa tesitura, y cuando quisimos reaccionar, cerrando la defensa y siendo un poco más incisivos en ataque estábamos ya 2-0 abajo, aunque hay que reconocer que el primer tanto del rival fue un gran gol. Logramos empatar a dos, primero con un buen disparo cruzado desde la izquierda de Kanix y después con un gol en propia puerta tras un "pase de la muerte" de Sergiukix. El que suscribe estas líneas tuvo también un fallo clamoroso, al más puro estilo "niño Torres", siendo incapaz de empujar a puerta un pase desde la banda derecha y con el portero rival vencido...
Por otro lado, también el rival tuvo sus oportunidades, y recuerdo al menos dos balones sacados de la misma línea de gol cuando ya se nos colaban, además de una espectacular "palomita" de Jefix ante un disparo rival que iba derechito a su escuadra derecha.
Nos encontramos de nuevo abajo en el marcador (2-3) para que Kanix lograra poner de nuevo las tablas en el luminoso. Finalmente, y a falta de cinco minutos aproximadamente una mano algo rigurosa de Tochick (involuntaria y con el brazo pegado al cuerpo, a mi modo de ver) se tradujo en penalti, en el cuarto gol del contrario y en tarjeta amarilla a Kanix por protestar (posteriormente vería una segunda que dio con sus huesos en el vestuario)...
El caso es que a partir de ahí (4-3 en contra) y a pesar de los esfuerzos por empatar (y casi se consigue en dos o tres ocasiones de Manolo, vive Dios), nos fuimos al vestuario algo cabreados por la derrota en un encuentro que creo no debimos haber perdido.
La anécdota/susto de la jornada la provocó el amigo "Dolor", que tras una entrada de un rival dio con sus huesos en tierra, perdiendo la respiración y pegándonos un buen susto (parecía que no lograba meter aire en los pulmones). Afortunadamente sólo se quedó en el susto...
A ver si la semana que viene estamos un poco más inspirados y retomamos el buen camino de los dos primeros partidos.
